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Tendinopatía y sistema nervioso

17 de octubre de 2019

Como todo tejido inervado, el tendón puede ser fuente de nocicepción. Sin embargo, la degeneración del propio tendón puede iniciarse mucho antes de que éste sea fuente de dolor. Por un lado, la desorganización del tejido, observado mediante técnicas de imagen, permite determinar la existencia de dicha degeneración. Por otro, la propia desorganización, el cambio de tipo de colágeno, el aumento en el recambio de tenocitos y la existencia de glucosaminoglicanos de mayor tamaño, capaces de embeber más agua, parecen ser los responsables de una disminución de presión en el interior del tendón y un aumento del tamaño del mismo. Esta circunstancia podría relacionarse con la aparición de la neovascularización y de neoneuralización (se ha observado en tendones degenerados la presencia de sustancia P en su porción interna).

Dichos cambios pueden explicar en parte el dolor relacionado con el tendón, pero lo cierto es que son habituales en sujetos sin tendinopatía (dolor y discapacidad relacionados con el tendón) aunque sí con tendinosis (degeneración del tendón, sin implicación clínica).

Parece también que la imagen anormal del tendón no predispone al desarrollo de síntomas a lo largo de la temporada, aunque en este punto hay estudios contradictorios. Además, debido a su escaso metabolismo, la capacidad de regeneración del tendón es escasa y lenta. La imagen del tendón cambia poco a lo largo de la temporada, aún modificándose los síntomas, para bien o para mal.

Por último, parece que uno de los factores más importante para el desarrollo de síntomas, es haberlos tenido anteriormente (como en muchas otras condiciones neuromusculoesqueléticas), lo cual hace pensar en algún tipo de alteración relacionada con el sistema nervioso.

Los cambios en la organización del movimiento, actividad de los músculos responsables de toda la cadena cinética y los cambios en los perfiles sensoriales en pacientes con tendinopatía (al menos en el miembro superior) hacen pensar, de nuevo, en alteraciones específicas del sistema nervioso que, si bien, son posteriores a la existencia de la tendinopatía, son específicas y necesitan un tratamiento concreto.

Sin embargo, a diferencia de otras entidades clínicas, estos cambios parecen ser input dependientes y, por tanto, necesitan de un tratamiento eficaz del tendón, encaminado a aumentar la capacidad de carga del mismo.

El próximo fin de semana, en la Jornada precongreso, se expondrán algunos de los cambios en el sistema nervioso relacionados con la aparición de una tendinopatía. Más adelante, en el V Congreso de Fisioterapia y Dolor de la SEFID (13-15 de febrero de 2020), Jill Cook expondrá con todo detalle y en un taller la valoración y tratamiento adecuado de las tendinopatías.

Arturo Such es fisioterapeuta del centro Moviment i Salut de L’Olleria (Valencia) y profesor asociado en la Universidad Cardenal Herrera-CEU. Imparte formación sobre razonamiento clínico y dolor. Podrás escucharle en la Jornada Precongreso de este fin de semana. Posiblemente si te lo encuentras en la actualidad estará colgado de un TRX o unas anillas.

Imagen: Fibromatosis.jpg con licencia  Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0