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Mecanismos patobiológicos

15 de marzo de 2018

El fisioterapeuta ayuda a los pacientes a recuperar su funcionalidad y mejorar su salud mediante estrategias de movimiento, pasivo o activo. Habitualmente se valora al paciente y se le pauta un tratamiento, según dicha valoración. Se tratan las disfunciones locales específicas que el paciente presente en cada caso: mecanosensibilidad neural alterada, síndrome de dolor miofascial, alteración del control motor, cambios en la movilidad articular… Para ello se usan diversos métodos de valoración y clasificación del paciente, que permiten determinar qué paciente va a beneficiarse de qué tratamiento concreto.

Sin embargo, la categoría de disfunción es importante, pero no la única de las categorías diagnósticas que el fisioterapeuta debe entender y gestionar: mecanismos patobiológicos, fuentes, disfunción, precauciones y contraindicaciones, pronóstico y tratamiento son las categorías usadas inicialmente por Mark Jones (1) para establecer un diagnóstico del paciente. Con el paso del tiempo, las ha ido modificando ligeramente para ser las siguientes: actividades y participación, perspectivas del paciente, mecanismos patobiológicos, fallos físicos y fuentes estructurales asociadas, precauciones y contraindicaciones, manejo y tratamiento y pronóstico (2), dando más peso a la funcionalidad y disminuyendo la importancia relativa de la fuente, factores asociadas y disfunciones locales.

En cualquier caso, parece evidente que la patología (mecanismo patobiológico) puede condicionar la importancia relativa del resto de categorías de hipótesis:

Condiciona el pronóstico. Una tendinopatía no tendrá el mismo pronóstico que una rotura muscular. Incluso habiendo factores contribuyentes comunes, como una diabetes, el factor diferencial en cuanto al pronóstico estará determinado por la patología. La diabetes enlentecerá el proceso, pero en los dos casos. Añade una dificultad extra.

Condiciona la fuente. El reconocimiento de la patología condiciona la fuente responsable de los síntomas. La fuente de una radiculopatía será la raíz correspondiente, la de un síndrome del túnel del carpo el nervio mediano a nivel del propio túnel o en una mielopatía la propia médula espinal. Aunque estas tres estructuras forman parte del sistema nervioso y tienen elementos comunes, la distinción es fundamental pues permite dirigir el tratamiento hacia la fuente correspondiente. Por otra parte, prácticamente un tercio de sujetos diagnosticados de tendinopatía crónica presentan características de dolor neuropático(3), medido con un cuestionario para ello (lo cual no indica  necesariamente que se trate de una neuropatía), pero el reconocimiento de la patología y la fuente condicionarán el tratamiento, pues las estrategias terapéuticas pueden diferir en gran medida en el caso de un nervio respecto de un tendón.

Condiciona la importancia de las disfunciones locales específicas. La valoración de las disfunciones locales específicas es de vital importancia en cuanto al tratamiento de fisioterapia. Sin embargo, otorgarle la relevancia clínica adecuada a cada una de ellas no es sencillo, lo que a veces puede llevar a confusión en el tratamiento. Las respuestas del organismo son complejas y puede ser difícil diferenciar entre una sobrecarga muscular, de una respuesta de protección de organismo que cursa con un aumento de tono y disminución de longitud del mismo. El reconocimiento de la patología y la historia subjetiva pueden darnos claves importantes en este aspecto. De nuevo condicionarán en gran medida el tratamiento.

Un paciente con una radiculopatía aguda, en posición antiálgica y elevación de la cintura escapular, probablemente necesita mejorar el estado de la raíz antes que disminuir el tono de la musculatura afecta que eleve la cintura escapular, a diferencia de un sujeto que sin presentar síntomas neurológicos asociados presenta dolor en la zona de trapecio superior y cabeza después de un entrenamiento intenso de elevación de hombros.

Aunque las diferentes categorías de hipótesis no son jerárquicas, la existencia de un mecanismo patobiológico determinado condiciona en gran medida la importancia del resto de categorías. Parece importante, por tanto, reconocerlo y otorgarle la importancia justa en cada caso concreto.

 

  1. Jones MA, Rivett DA. Clinical Reasoning for Manual Therapists. Elsevier Health Sciences; 2004. 1 p.
  2. Christensen N, Jones MA, Edwards I. Razonamiento clínico en el diagnóstico y el tratamiento del dolor raquí In: Boyling JD, Jull GA, editors. Grieve Terapia Manual Contemporanea. 3rd ed. Elsevier; 2006. pp. 391–403.
  3. Wheeler PC. Neuropathic pain may be common in chronic lower limb tendinopathy: a prospective cohort study. Br J Pain. 2017 Feb;11(1):16–22.

Arturo Such es fisioterapeuta del centro Moviment i Salut de L’Olleria (Valencia) y profesor asociado en la Universidad Cardenal Herrera-CEU. Imparte formación sobre razonamiento clínico y dolor. Dedica su tiempo libre a hacer fotos y jugar a baloncesto, pero creemos que durante ese tiempo no deja de hablar de fisioterapia.