Tradicionalmente hemos pensado en el dolor como un input nociceptivo y, en el caso de volverse crónico, como un input nociceptivo amplificado por una serie de circuitos y reflejos medulares facilitados por fibras descendentes. Sin embargo, las investigaciones recientes en neurociencia básica relacionada con el dolor, permiten ponerle cabeza al mismo. El cerebro sufre cambios anatómicos y funcionales en respuesta a la situación de dolor crónico.
Mediante las resonancias magnéticas funcionales se pudo observar las áreas cerebrales activadas en presencia del dolor, lo que a día de hoy conocemos como “neuromatriz del dolor”. Sin embargo, esta potente herramienta sólo nos ofrece información de actividad, pero no permite explicar las diversas funciones de las áreas involucradas, ni la interacción entre ellas. Se está buscando una respuesta en ello a la actividad de base del cerebro (Resting State Mode), y dentro de la misma, el Default Mode que representa la actividad cerebral en situaciones en que el sujeto presta atención a la información interoceptiva (durante procesos de meditación, por ejemplo), para después compararlo con la actividad en situaciones de dolor.
Uno de los focos actuales en la investigación en neurociencia del dolor es, pues, la actividad de base cerebral. Curiosamente, ésta se ha visto alterada en presencia de dolor crónico mostrando una mayor actividad de la ínsula en esta situación en sujetos con dolor. También se ha observado un mayor consumo de oxígeno en estas situaciones.
Todos estos cambios se acompañan además, de una disminución de la sustancia gris cerebral en presencia de dolor y de cambios en la conectividad entre las diferentes redes neuronales cerebrales (sustancia blanca), aumentando las conexiones entre redes localizadas a grandes distancias y cambiando el patrón entre las cortas.
En definitiva, existen multitud de investigaciones que apuntan al cerebro como un factor importante en presencia de dolor crónico. En este aspecto, si bien no son exclusivos pues existen cambios en áreas diferentes, los aspectos afectivos son importantes como demuestra el cambio de actividad en presencia de dolor y en el Default Mode en sujetos con dolor crónico. La definición que bajo mi punto de vista más se ajusta al dolor crónico, la de Chapman y Nakamura, hace especial hincapié en estos aspectos.
De estas cosas y más, nos hablará el profesor Apkarian en nuestro próximo Congreso Internacional en Sevilla. ¿Te lo vas a perder?
El Dr. Apkar Vania Apkarian es profesor de neurociencias en la Nothwestern University y es uno de los investigadores punteros sobre el dolor con estudios animales y con RM funcional.
1. Farmer MA, Baliki MN, Apkarian AV. A dynamic network perspective of chronic pain. Neurosci Lett. 2012Jun.;520(2):197–203.
2. Chapman CR, Nakamura Y. A passion of the soul: an introduction to pain for consciousness researchers. Conscious Cogn. 1999Dec.1;8(4):391–422.