¡Suena el timbre! Las hordas de niños se agolpan en la puerta del colegio cargados con los infinitos libros, libretas y demás material escolar. Curiosamente, esas mochilas gigantescas parecen más ligeras que cuando llegaron a clase por la mañana.
Con una periodicidad aproximadamente de una vez al mes, aparece en los telediarios la noticia del peso de las mochilas de los niños, y la información suele ser bastante similar: Que si hay que llevarlas adecuadamente, que si el peso, que si causan dolores de espalda, que si causan escoliosis, que si nuestros niños morirán por su culpa…
Sin embargo, los estudios al respecto no parecen encontrar evidencia en muchas de esas afirmaciones. Este estudio de Spine (1) afirma que no hay correlación directa entre el dolor de espalda y el uso de mochilas durante el horario escolar. ¿Hablamos además de que provoquen escoliosis?
Si bien estudios posturográficos (2,3) con cargas nos muestran que aunque sí se produzcan alteraciones adaptativas en la postura cuando se acarrea la mochila (obvio), estas no se prolongan a medio ni largo plazo, ni tienen consecuencias perniciosas salvo aquellas derivadas de lo difícil que es controlar el equilibrio con esos pesos (curiosamente, las lesiones más frecuentes no se dan en la espalda sino fundamentalmente por accidentes como caídas (4)).
No paramos de quejarnos de que los renacuajos de hoy en día no hacen ejercicio, y para algo que hacen (siempre que no superen esa barrera razonable del 10-15% del peso corporal), le ponemos la etiqueta de monstruosidad ergonómica.
(4) Wiersema BM, Wall EJ, Foad SL. Acute backpack injuries in children. Pediatrics 2003;111(1):163-166.
Editado: el enlace al primer artículo no era el correcto. Disculpad las molestias ocasionadas.